La mayoría de los ciclistas se limita inspirar y espirar
espontáneamente, sin ningún entrenamiento específico, ni trabajo técnico
al respecto.
El objetivo fundamental de la respiración, no es otro que el de
abastecer de oxígeno a todos los rincones del organismo que lo precisen,
en tiempo y forma, es decir, conforme aumente la demanda, hará lo
propio el suministro del mismo. De no ser así, entraríamos en fase de
“deuda” de oxígeno, y el organismo estaría en anaerobia y haría saltar
las alarmas internas hasta llegar a ralentizar nuestra actividad,
detenerla, e incluso hacernos perder el conocimiento.
Por qué renunciar a su entrenamiento, si con una
correcta técnica de respiración
podemos obtener unos valiosos niveles de oxígeno extra. Este gran
desconocido, puede ser la diferencia entre ir justito en una prueba
deportiva y perder el contacto con los que encabezan la competición, o
aguantar unos pocos segundos más, que nos permitan sostener el ritmo de
cabeza de carrera.
La importancia de la respiración es mayor, cuanto mayor es el nivel
de exigencia aeróbica a la que nos enfrentemos en nuestra disciplina
deportiva.
Debemos de potenciar la respiración torácica y la llamada
abdominal, es decir, hemos de intentan facilitar el esfuerzo que ha de
hacer nuestra musculatura torácica apoyándonos en el trabajo
diafragmático.
Con esto me estoy refiriendo a hacer una respiración “completa”.
Hemos de controlar en todo momento el ritmo respiratorio, salvo
claro está, en esfuerzos máximos, en los que nuestro organismo ha de
tomar las riendas del mismo.
No debemos olvidar que respirar, es decir, tanto espirar como sobre
todo inspirar, supone un elevado gasto energético, y por lo tanto, una
vía de escape adicional de energía, en forma de pulsaciones. Por lo
tanto, a mayor exigencia respiratoria, mayor entrada de oxígeno a los
pulmones, pero también mayor consumo.
La respiración en la práctica.
Para mejorar nuestra técnica respiratoria, os propongo efectuar el
siguiente ejercicio varias veces durante vuestros entrenamientos.
Hemos de comenzar la ejecución, los primeros días, en fases del
entrenamiento poco exigentes, ya que tendremos que prestar una mayor
atención a su técnica. Pasadas unas semanas, pasaremos a practicarla en
momentos de entrenamiento algo más exigentes.
1- Haremos una inspiración completa a través, tanto de la
nariz como de la boca en un primer tiempo. (sentimos cómo aumenta el
volumen de la caja torácica)
2- Inmediatamente después hemos de hacer un último esfuerzo
inspiratorio tratando de ganarle espacio a la zona abdominal,
generalmente todo el aire entra a través de la boca exclusivamente. (en
este momento sentimos cómo aumenta sensiblemente el volumen abdominal)
3- Para expulsar el aire, tenemos que centrarnos en iniciar
ese vaciado desde el abdomen. (sentimos vaciarse el espacio abdominal)
4- Terminamos, lógicamente vaciando la caja torácica. (hemos de sentir absolutamente este vaciado).
Se repite esta técnica respiratoria, durante el entrenamiento, y lo
haremos durante 10 ciclos respiratorios completos. Esta serie, la
repetiremos cada 5´durante una hora.