BIG NUTRICION

BIG NUTRICION

viernes, 3 de febrero de 2012

 

Las funciones principales de la insulina son actuar como vehículo transportador de la glucosa y otros nutrientes a las células musculares, pero también promueve la formación de grasa corporal.
En numerosas ocasiones consumimos hidratos de carbono en la dieta, es decir, patatas, legumbres, verduras, hortalizas, granos de todo tipo, cereales, panes, tubérculos y frutas. Después de su digestión la glucosa se vierte en la sangre y esa llegada activa la producción de insulina, mucha más cuanto más alta sea la carga glucémica (efecto de liberación rápida de azúcar a sangre) de los alimentos ingeridos.
Si la presencia de glucosa es elevada por haber consumido alimentos de alta carga glucémica, entonces después de haber satisfecho las necesidades de reaprovisionamiento de glucógeno, el sobrante se convertirá en grasa subcutánea.
Por tanto, la insulina se libera ante los niveles de glucosa y puede formar adiposidad si ingerimos alimentos con una carga glucémica muy elevada.
Controlar los niveles de glucosa en sangre manteniéndolos dentro del rango en el cual el organismo utiliza la glucosa como fuente de energía,llamado NORMOGLUCEMIA, disminuye drásticamente la acumulación de energía en forma de grasa.
Lo que se busca es mantener estables los niveles de glucosa en sangre evitando picos insulínicos durante los cuales el aporte extra de carbohidratos se convierte en grasa.
Para hacerlo es necesario estructurar una dieta que aporte suficientes nutrientes al organismo de forma continuada controlando el tipo y cantidad de carbohidratos que se consumen, incluyendo pues, aquellos de carga glucémica baja.

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